martes, 30 de septiembre de 2008

15. Riesgo de Tasa de Interés

Una de las principales funciones que realizan las entidades de intermediación financiera (EIF) es la transformación de activos: reciben depósitos de dinero de sus clientes (activo para éstos, pasivo para el banco) con el fin de prestarlo (activo) a otras empresas y particulares, quienes asumen deuda (pasivo). Los activos o pasivos frecuentemente difieren en el precio, los plazos y en la liquidez de los instrumentos. El descalce en el plazo de los activos y pasivos y la fluctuación de los precios exponen a las entidades al riesgo de tasa de interés. El riesgo de tasa de interés es un riesgo de mercado, que se define como la probabilidad de sufrir pérdidas por movimientos adversos en las tasas de interés. En función al lugar donde ocurre el impacto, las EIF y los reguladores suelen distinguir entre:
  • Riesgo de tasa de interés en el libro de negociación, que es relevante para una EIF en actividades de negociación y tiene dos componentes:
  1. Riesgo general: Deriva de movimientos en el comportamiento general del mercado, por ejemplo, producto de cambios en un precio de mercado (e.g. tasa LIBOR), un índice bursátil (e.g. el Índice Dow Jones), en la política monetaria, etc.
  2. Riesgo específico: Deriva de movimientos adversos en el valor de mercado de la cartera de negociación, originados en factores relacionados con los emisores de los instrumentos.
  • Riesgo de tasa de interés estructural, que abarca a todo el balance del banco, incluyendo las posiciones fuera de balance. Se refiere a la posibilidad de que los resultados (perspectiva contable) o el patrimonio de la entidad (perspectiva económica) se vean afectados como consecuencia de movimientos adversos en las tasas de interés.

El riesgo general de tasa de interés en el libro de negociación y el riesgo de tasa de interés estructural tienen a su vez, tres componentes básicos:

  • el riesgo direccional, que mide la sensibilidad del precio de cada una de las posiciones,
  • el riesgo de base, que contempla posibles compensaciones provenientes de posiciones con signos opuestos en una misma banda temporal y,
  • el riesgo de movimientos no paralelos en la curva, que mide las posibles compensaciones entre posiciones situadas con distintos horizontes temporales.
Requerimiento de Capital por riesgo de tasa de interés

El Comité de Basilea sugiere dos metodologías de medición:

a) Método Estándar

El requerimiento mínimo de capital se expresa como dos cantidades calculadas por separado: una aplicable al riesgo específico de cada título, ya sea una posición corta o larga, y otra aplicable al riesgo general de mercado, donde pueden compensarse posiciones cortas y largas en valores o instrumentos diferentes.

b) Modelos Internos

El uso de modelos internos por parte de las EIF para la medición de riesgos de tasas de interés, esta sujeto a la aprobación de las autoridades supervisoras. Para ello las EIF deben especificar los factores de riesgo de mercado (por moneda y dentro como fuera de balance), satisfacer criterios cualitativos y criterios cuantitativos, realizar ejercicios de tensión y asegurar que los modelos internos estén sujetos a validación externa.

Los criterios cualitativos incluyen entre otros la existencia de una UGR independiente que realice pruebas de back-testing y stress-testing regularmente y la inclusión del Directorio en el proceso de gestión de riesgos.

Los criterios cuantitativos se refieren principalmente al cómputo diario del modelo de Valor-en-Riesgo (VaR), con un nivel de confianza de 99% y un horizonte temporal de 10 días, utilizando al menos un año de información histórica.

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