Introducción
La gestión de riesgos es el proceso por el que una entidad establece el contexto, identifica, mide, controla-mitiga los riesgos inherentes a sus actividades, divulga el proceso y monitorea la efectividad de la gestión de riesgos. Implícitas en este proceso, existen reglas ineludibles para una mejor gestión de riesgos.
Estas reglas se aplican en cualquier organización, con independencia de su tamaño, complejidad o el grado de desarrollo que tenga en la medición de riesgos.
Reglas de la Gestión de Riesgos
Existen nueve criterios que una entidad debe tener presente durante todo el proceso de gestión de riesgos*:
Regla 1: No existe retorno sin riesgo. Las recompensas las reciben los tomadores de riesgo. Aceptar el riesgo de forma inteligente no es una actitud que deba ser reprimida en una entidad.
Regla 2: Transparencia en el conocimiento. Los riesgos necesitan ser completamente entendidos. Un riesgo que no se comprende debe ser evitado.
Regla 3: Buscar experiencia. El riesgo es medido y gestionado por personas, no por modelos matemáticos o programas computacionales. Un modelo o programa complementa pero no reemplaza el juicio de un experto en gestión de riesgos.
Regla 4: Aprender lo que se desconoce. Cada modelo de riesgo, estadístico o econométrico, se basa en una serie de supuestos matemáticos. Es prudente conocer esos supuestos. Por otra parte, los modelos de riesgo cualitativos también se basan en supuestos teóricos, que es prudente cuestionar.
Regla 5: Comunicar. El riesgo necesita ser discutido abiertamente. Una entidad donde las personas discuten sus riesgos será más exitosa que una que desincentive un diálogo abierto sobre los riesgos.
Regla 6: Diversificar. Múltiples riesgos producen retornos que son más consistentes. Las entidades pueden enfrentar problemas cuando concentran su exposición en un sólo riesgo.
Regla 7: Mostrar disciplina. Una gestión de riesgos consistente y rigurosa es mejor que una estrategia que cambia constantemente.
Regla 8: Usar el sentido común. Es mejor estar aproximadamente en lo correcto que equivocado con precisión. Esto implica no desperdiciar los recursos en actividades insignificantes, sino concentrarlos en aquellos aspectos que hacen la diferencia en la organización.
Regla 9: El retorno es sólo la mitad de la ecuación. Las decisiones deben estar basadas considerando tanto el riesgo como el retorno financiero.
Conclusión
El proceso de gestión de riesgos tiene implícitas ciertas reglas. Una adecuada comprensión y aplicación de estas reglas puede facilitar el proceso de implementación de la gestión de riesgos en las entidades financieras.
(*) Adaptado de Riskmetrics, 9 Rules of Risk Management, y de Carl Olsson, Risk Management in Emerging Markets, Financial Times – Prentice Hall, Pearson Education, 2002.
No hay comentarios:
Publicar un comentario